Севильский озорник, или Каменный гость - страница 12

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Catalinon
Será mujer cantimplora.
Mota
En Gradas os aguardamos.
Juan
Adiós, marqués.
Catalinon
¿Dónde vamos?
Juan
Adonde la burla agora;
ejecute.
Catalinon
No se escapa
nadie de ti.
Juan
El trueco adoro.
Catalinon
Echaste la capa al toro.
Juan
No, el toro me echó la capa.

Vanse don Juan y Catalinon.

Mota
La mujer ha de pensar
que soy yo.
Musico
¡Qué gentil perro!
Mota
Esto es acertar por yerro.
Musico
Todo este mundo es errar,
que está compuesto de errores.
Mota
El alma en las horas tengo,
y en sus cuartos me prevengo
para mayores favores.
¡Ay, noche espantosa y fría,
para que largos los goce,
corre veloz a las doce,
y después no venga el día!
Musico
¿Adónde guía la danza?
Mota
Cal de la Sierpe guiad.
Musico
¿Qué cantaremos?
Mota
Cantad
lisonjas a mi esperanza.
Musicos
«El que un bien gozar espera,
cuando espera desespera.»

Vanse, y dice doña Ana dentro

Ana
¡Falso, no eres el marqués!
¡Que me has engañado!
Juan
Digo
que lo soy.

Alexandre Evariste Fragonard

Ana
Fiero enemigo,
mientes, mientes.
Sale el comendador don Gonzalo, medio desnudo, con espada y rodela.
Gonzalo
La voz es
de doña Ana la que siento.
Ana
¿No hay quien mate este traidor
homicida de mi honor?
Gonzalo
¿Hay tan grande atrevimiento?
«Muerto honor» dijo, ¡ay de mí!;
y es su lengua tan liviana,
que aquí sirve de campana.
Ana
¡Matadle!

Salen don Juan y Catalinon, con las espadas desnudas

Juan
¿Quién está aquí?
Gonzalo
La barbacana caída
de la torre de ese honor
que has combatido, traidor,
donde era alcaide la vida.
Juan
Déjame pasar.
Gonzalo
¿Pasar?
Por la punta de esta espada.
Juan
Morirás.
Gonzalo
No importa nada.
Juan
Mira que te he de matar.
Gonzalo
¡Muere, traidor!
Juan
De esta suerte
muero yo.
Catalinon
Si escapo de ésta,
no más burlas, no más fiesta.
Gonzalo
¡Ay, que me has dado la muerte!
Mas, si el honor me quitaste,
¿de qué la vida servía?
Juan
¡Huye!

Gustave Courbet

Gonzalo
Aguarda, que es sangría,
con que el valor me aumentaste;
mas no es posible que aguarde…
Seguirále mi furor,
que es traidor, y el que es traidor
es traidor porque es cobarde.

Entran muerto a don Gonzalo, y sale el marqués de la Mota y Musicos

Mota
Presto las doce darán
y mucho don Juan se tarda,
¡fiera pensión del que aguarda!

Salen don Juan y Catalinon

Juan
¿Es el marqués?
Mota
¿Es don Juan?
Juan
Yo soy, tomad vuestra capa.
Mota
¿Y el perro?
Juan
Funesto ha sido;
al fin, marqués, muerto ha habido.
Catalinon
Señor, del muerto te escapa.
Mota
¿Burlásteisla?
Juan
Sí, burlé.
Catalinon
(Y aun a vos os ha burlado).
Aparte
Juan
Caro la burla ha costado.
Mota
Yo, don Juan, lo pagaré,
porque estará la mujer
quejosa de mí.
Juan
Las doce
darán.
Mota
Como mi bien goce
nunca llegue a amanecer.
Juan
Adiós, marqués.
Catalinon
Muy bien lance
el desdichado hallará.
Juan
Huyamos.
Catalinon
Señor, no habrá
aguilita que me alcance.

Vanse don Juan y Catalinon

Mota
Vosotros os podéis ir
todos a casa, que yo
he de ir solo.
Musico
Dios crió
las noches para dormir.

Vanse los Musicos y dicen dentro

Voces
¿Vióse desdicha mayor,
y vióse mayor desgracia?
Mota
¡Válgame Dios! Voces oigo
en la plaza del alcázar.
¿Qué puede ser a estas horas?
Un hielo me baña el alma.
Desde aquí parece todo
una Troya que se abrasa,
porque tantas hachas juntas
paren gigantes de llamas.
Mas una escuadra de luces
se acerca a mí, ¿Por qué anda
el fuego emulando al sol,
dividiéndose en escuadras?
Quiero preguntar lo que es.

Sale don Diego Tenorio, y la guarda con hachas

Diego
¿Qué gente?
Mota
Gente que aguarda
saber de aqueste alboroto
la ocasión.
Diego
Ésta es la capa
que dijo el comendador
en las postreras palabras.
Préndanle.
Mota
¿Prenderme a mí?
Diego
Volved la espada a la vaina,
que la mayor valentía
es no tratar de las armas.
Mota
¿Cómo al marqués de la Mota
hablan ansí?
Diego
Dad la espada,
que el rey os manda prender.
Mota
¡Vive Dios!

Sale el Rey y acompañamiento

Rey
En toda España
no ha de caber, ni tampoco
en Italia, si va a Italia.
Diego
Señor, aquí está el marqués.
Mota
¿Vuestra alteza a mí me manda
prender?
Rey
Llevadle y ponedle
la cabeza en una escarpia.
¿En mi presencia te pones?
Mota
¡Ah, glorias de amor tiranas,
siempre en el pasar ligeras
como en el vivir pesadas!
Bien dijo un sabio, que había
entre la boca y la taza
peligro; mas el enojo
del rey me admira y espanta.