Севильский озорник, или Каменный гость - страница 10

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ciertos nidos que dejé
en güevos para los dos.
¿Qué hay de terrero?
Mota
No muero
en terrero, que enterrado
me tiene mayor cuidado.
Juan
¿Cómo?
Mota
Un imposible quiero.
Juan
Pues, ¿no os corresponde?
Mota
Sí,
me favorece y me estima.
Juan
¿Quién es?
Mota
Doña Ana, mi prima,
que es recién llegada aquí.
Juan
Pues, ¿dónde ha estado?
Mota
En Lisboa,
con su padre en la embajada.
Juan
¿Es hermosa?
Mota
Es extremada,
porque en doña Ana de Ulloa
se extremó Naturaleza.
Juan
¿Tan bella es esa mujer?
¡Vive Dios que la he de ver!
Mota
Veréis la mayor belleza
que los ojos del sol ven.
Juan
Casaos, si es tan extremada.
Mota
El rey la tiene casada
y no se sabe con quién.
Juan
¿No os favorece?
Mota
Y me escribe.
Catalinon
No prosigas, que te engaña

(Aparte)

el gran burlador de España.
Juan
Quien tan satisfecho vive
de su amor, ¿desdichas teme?
Sacadla, solicitadla,
escribidla, y engañadla,
y el mundo se abrase y queme.
Mota
Agora estoy esperando
la postrer resolución.
Juan
Pues no perdáis la ocasión,
que aquí os estoy aguardando.
Mota
Ya vuelvo.
Catalinon
Señor cuadrado,
o señor redondo, adiós.
Criado
Adiós.

Vanse el marqués de la Mota y su Criado.

Juan
Pues solos los dos,
amigo, habemos quedado,
los pasos sigue al marqués,
que en el palacio se entró.

Vase Catalinon, habla por una reja una mujer

Mujer
Ce, ¿a quién digo?
Juan
¿Quién llamó?
Mujer
Si sois prudente y cortés,
y su amigo, dadle luego
al marqués este papel;
mirad que consiste en él
de una señora el sosiego.
Juan
Digo que se lo daré,
soy su amigo y caballero.
Mujer
Basta, señor forastero,
adiós.

Vase la Mujer

Juan
Ya la voz se fue.
¿No parece encantamiento
esto que agora ha pasado?
A mí el papel ha llegado
por la estafeta del viento.
Sin duda que es de la dama
que el marqués me ha encarecido.
Venturoso en esto he sido.
Sevilla a voces me llama
el burlador, y el mayor
gusto que en mí puede haber
es burlar una mujer
y dejarla sin honor.
Vive Dios que le he de abrir,
pues salí de la plazuela.
Mas ¿si hubiese otra cautela?
Gana me da de reír.
Ya está abierto el papel,
y que es suyo es cosa llana,
porque aquí firma doña Ana.
Dice así: «Mi padre infiel
en secreto me ha casado,
sin poderme resistir.
No sé si podré vivir,
porque la muerte me ha dado.
Si estimas, como es razón,
mi amor y mi voluntad,
y si tu amor fue verdad,
muéstralo en esta ocasión.
Porque veas que te estimo,
ven esta noche a la puerta,
que estará a las once abierta,
donde tu esperanza, primo,
goces, y el fin de tu amor.
Traerás, mi gloria, por señas
de Leonorilla y las dueñas
una capa de color.
Mi amor todo de ti fío,
y adiós.» ¡Desdichado amante!
¿Hay suceso semejante?
Ya de la burla me río.
Gozaréla, vive Dios,
con el engaño y cautela
que en Nápoles a Isabela.

Sale Catalinon.

Catalinon
Ya el marqués viene.
Juan
Los dos
aquesta noche tenemos
que hacer.
Catalinon
¿Hay engaño nuevo?
Juan
¡Extremado!
Catalinon
No lo apruebo.
Tú pretendes que escapemos
una vez, señor, burlados;
que el que vive de burlar,
burlado habrá de escapar
pagando tantos pecados
de una vez.
Juan
¿Predicador
te vuelves, impertinente?
Catalinon
La razón hace al valiente.
Juan
Y al cobarde hace el temor.
El que se pone a servir,
voluntad no ha de tener,
y todo ha de ser hacer,
y nada ha de ser decir.
Sirviendo, jugando estás,
y si quieres ganar luego,
haz siempre, porque en el juego
quien más hace, gana más.
Catalinon
Y también quien hace y dice
topa y pierde en cualquier parte.
Juan
Esta vez quiero avisarte
porque otra vez no te avise.
Catalinon
Digo que de aquí adelante
lo que me mandes haré,
y a tu lado forzaré
un tigre y un elefante;
guárdese de mí un prior
que si me mandas que calle,
y le fuerce, he de forzalle
sin réplica, mi señor.
Sale el marqués de la Mota
Juan
Calla, que viene el marqués.
Catalinon
¿Pues, ha de ser el forzado?
Juan
Para vos, marqués me han dado
un recado harto cortés,
por esa reja, sin ver
el que me lo daba allí.
Sólo en la voz conocí
que me lo daba mujer.
Dícete al fin, que a las doce
vayas secreto a la puerta,
que estará a esperando abierta,
donde tu esperanza goce
la posesión de tu amor,
y que llevases por señas
de Leonorilla y las dueñas,
una capa de color.
Mota
¿Qué decís?
Juan
Que este recado
de una ventana me dieron,
sin ver quién.